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Wilson inaugura el Concilio de Primavera con un llamado a buscar la justicia de Cristo


"Es nuestra única esperanza" en el final de la historia, dice el líder de la iglesia mundial

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, hace un llamado a buscar la justicia de Cristo durante el sermón del sábado 9 de abril en la Universidad Oakwood. [fotografías: Ansel Oliver] 
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En una mañana de cánticos gozosos, meditaciones en la Palabra de Dios y oraciones sinceras, el pastor Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, hizo hoy un llamado a buscar la "justicia plena de Cristo" en la Universidad Adventista Oakwood, en Huntsville, Alabama, Estados Unidos.
El mensaje marcó el comienzo del Concilio de Primavera de la Iglesia Adventista mundial, que este año se lleva a cabo en Oakwood.
"La justicia plena de Cristo es nuestra única esperanza al acercarnos a la conclusión de la historia", dijo Wilson ante unos 2 100 presentes y a una audiencia mayor por Internet y televisión. "Los adventistas han sido llamados a proclamar la verdad de Jesús. Solo él es nuestra salvación", añadió.
Al referirse al énfasis de la iglesia en el reavivamiento y la reforma, Wilson dijo: "Este llamado al reavivamiento y la reforma no es un emprendimiento legalista. Está centrado en Cristo, y solo en él".
El mensaje de Wilson siguió a un programa que mostró los numerosos talentos musicales de los estudiantes y docentes de la institución.
Wilson también expresó que el proceso de conversión "es algo que solo Dios puede producir". Cuando esta se produce, añadió Wilson, "los ebrios se vuelven sobrios. Los libertinos se vuelven morales. Los iracundos se vuelven pacificadores. Los mentirosos, honestos. Los impuros, puros. Los evolucionistas se tornan creacionistas. Los egoístas, altruistas. Los inconversos, conversos [...]. Todo gracias al poder de Dios.
El líder de la iglesia lanzó también una advertencia: "Que ningún adventista crea que es mejor que los demás. Que ninguno acuse a otros de no ser santo o perfecto. Todos somos pecadores al pie de la cruz, y necesitamos un Salvador que nos brinde su justicia plena en justificación y santificación. Le debemos todo a Jesús y a nuestra relación con él".

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